La Milpa Muere, Tiene Sed

Autor: Diana Manzo  |  Publicado: 8 de febrero de 2017

La milpa es el sistema agrícola tradicional que los campesinos zapotecas preservan para el cultivo de maíz, tomate, calabaza, melón y sandía en un mismo espacio dinámico de recursos genéticos, forma parte de la economía campesina que no sólo les da para comer sino también para vivir en familia; este modo de vida la han heredado y conservado a través de varias generaciones y desde hace siete años las milpas en el Istmo de Tehuantepec han aprendido a sobrevivir ante el cambio climático, ya no llueve como antes y el agua de riego también se ha escaseado, la presa Benito Juárez y los pozos artesianos están casi secos, las milpas tienen sed y se están muriendo.

Jesús Toledo Pineda, Pedro Carrasco de la Cruz y Silviano Ruíz Vásquez, son tres de los campesinos zapotecas originarios de Juchitán que han aprendido a cosechar con escasa agua y vientos fuertes; su vida es el campo y allí piensan morir. Sus mañanas y sus tardes al inicio de cada ciclo agrícola, las dedican en cuidar que los pájaros no se lleven sus semillas recién sembradas, luego que los borregos y las plagas no se coman la milpa; y todo el tiempo pedirle a la naturaleza que se apiada de ellos.

En esta zona oaxaqueña aproximadamente 25 mil personas se dedican al campo, de ellos cerca de dos mil son campesinos juchitecos, quienes se dedican a la siembra de la milpa, aunque cerca de 500 han migrado al monocultivo como el sorgo y ajonjolí. El sorgo ha sido seriamente afectado por el cambio climático con la aparición de la plaga del pulgón amarillo, en los tres últimos ciclos agrícolas.

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