Adolescente Quiere Plantar 100 Mil Millones de Árboles

Autor: Laura Parker  | Publicado: 7 de marzo, 2017 | Traducido por Regeneración Internacional

Generalmente no se invita a los niños a hablar en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero ahí estaba Felix Finkbeiner, niño maravilla alemán con sus lentes de Harry Potter, sudadera gris y corte de casco – con una pregunta sombría sobre el cambio climático.

“Sabemos que los adultos conocen los desafíos y las soluciones,” dijo. “No sabemos por qué hay tan poca acción.” Según Felix existen tres razones posibles para explicarlo. Una es la diferente perspectiva sobre el significado de la palabra “futuro”.

“Para la mayoría de los adultos, es una pregunta académica. Para muchos de nosotros, niños y niñas, es una cuestión de supervivencia,” dijo. “El 2100 sigue en nuestro tiempo de vida.” Otra explicación es la negación climática. La tercer posibilidad puede ser vislumbrada en una parábola animal sobre los monos.

“Si dejas a un mono elegir si quiere un plátano ahora o seis plátanos en un rato, el mono siempre va a elegir un plátano ahora,” dijo. “A partir de esto, se entiende que no podemos confiarnos en que los adultos solos salvarán nuestro futuro. Para hacer eso, debemos tomar nuestro futuro en nuestras manos.”

TALKIN FELIX FINK

Al momento de su discurso, Finkbeiner ya llevaba cuatro años liderando una causa ambiental notable que se ha expandido en una red global de niñas(os) activistas trabajando para disminuir el calentamiento de la Tierra al reforestar el planeta.

Hoy, Finkbeiner tiene 19 – y Planta Para El Planeta, el grupo ambiental que fundó, junto con la campaña de la ONU  Billones de Árboles, ha plantado más de 14 mil millones de árboles en más de 130 naciones. El grupo también ha impulsado la meta de plantar más de un trillón de árboles – 150 por cada persona en la Tierra.

La organización también ha impulsado el primer conteo científico a escala global de árboles, el cual ahora está ayudando a la NASA en un estudio continuo sobre las habilidades de los bosques para almacenar dióxido de carbono y su potencial para proteger mejor a la Tierra. En muchas formas, Finkbeiner ha hecho más que cualquier otro activista para reclutar  jóvenes en el movimiento del cambio climático. Planta para el Planeta ahora tiene un ejército de 55,000 “embajadores de  la justicia climática,” quienes han entrenado en talleres de un día para convertirse en activistas climáticos en sus comunidades. La mayoría de ellos están entre las edades de nueve a doce.

plant FOR PLANET

 

“Felix es una combinación de inspirador y elocuente,” dice Thomas Crowther, un ecologista que dirigió el conteo de árboles mientras trabajaba en la Universidad de Yale en Connecticut. “Muchas de las personas son buenas en una de estas cosas. Felix es muy bueno en ambas.”

NO SE TRATA DE LOS OSOS POLARES

Planta para el planeta llegó como resultado de una tarea escolar de cuarto grado en el lugar de origen de Finkbeiner, Uffing am Staffelsee, al sur de Munich. El tema fue el cambio climático. Para su visión del mundo de nueve años, eso significaba un peligro para su animal favorito, el oso polar. Consultó Google para su investigación. Google lo llevó a otro lado – a histoiras sobre Wangari Maathai, una mujer de Kenia cuya campaña heroica para recuperar tierra estéril que había sido deforestada resultó en la plantación de 30 millones de arbolitos y ganó, en 2004, el Premio Nobel.

“Me di cuenta de que no se trata del oso polar, se trata de salvar seres humanos” dice Finkbeiner en una entrevista telefónica desde Inglaterra, donde es estudiante de la Escuela de Estudios Orientales y Africanos en la Universidad de Londres. Su reporte sobre árboles fue un éxito y como conclusión, Finkbeiner se fijó el reto de plantar un millón de árboles en Alemania. Nadie esperaba que saliera algo de eso.

El maestro de Finkbeiner le pidió que presentara su plática a otros estudiantes y al director, dos meses después plantó su primer árbol, un manzano atrofiado e insignificante, cerca de la entrada de su escuela. Si hubiera sabido cuánta cobertura mediática internacional iba a recibir ese manzano, dice ahora, un poco arrepentido, le habría insistido a su madre que comprara un primer árbol más majestuoso.

En retrospectiva, un niño de nueve años con una cara angelical, un don natural para hablar en público y un reto de plantar un millón de árboles resultó irresistible para los medios del mundo. Se corrió la voz del proyecto de Finkbeiner rápidamente. Habló en el Parlamente Europeo y asistió a conferencias de la ONU en Noruega y Corea del Sur. Para la hora en que dio su discurso en la ONU en Nueva York en el 2011, a la edad de 13, Alemania había plantado su millonésimo árbol, y Planta Para El Planeta había sido lanzado oficialmente. Tenía un sitio web y un empleado a tiempo completo.

Felix Finkbeiner y el actor Harrison Ford para "Stop Talking, Start Planting"

                                 Felix Finkbeiner y el actor Harrison Ford para “Stop Talking, Start Planting”

 

La ONU también le dio la administración de su campaña de un Billón de Árboles para el grupo.

“Sabía que era este chico legendario,” dijo Aji Piper, un “embajador de 15 años en Seattle que conoció a Finkbeiner en el 2015. Piper, un activista y demandante en una demanda colectiva de niños contra el gobierno de los Estados Unidos sobre el cambio climático, ve a Finkbeiner como un modelo a seguir.

“Vimos que estaba dando discursos. Era tan joven. Muy impresionante. Ese es el nivel de habilidad al que quiero llegar.” Finkbeiner tiene una respuesta para los escépticos que dudan de la ciencia del cambio climático.

“Si seguimos el consejo de los científicos y actuamos y en 20 años descubrimos que estábamos equivocados, no cometimos ningún error,” le dijo Finkbeiner a una conferencia de Urban Futures en Austria el año pasado. “Pero si seguimos a los escépticos y en 20 años descubrimos que estaban equivocados, será demasiado tarde para salvar nuestro futuro.”

UN GRAN ESFUERZO PARA CONTAR ÁRBOLES

El estudio de árboles llegó mientras se expandían las ambiciones de Planta-Para-El-Planeta. Uno de los proyectos más grandes ahora es la reforestación que está sucediendo en la península de Yucatán en México. El grupo construyó un vivero que contiene 300,000 plántulas de árboles nativos y planea plantar 10 millones de árboles para el 2020.

Cuanto mayores se hicieron las ambiciones, más preguntas se generaron. ¿Los 14 mil millones de árboles ya plantados hicieron alguna diferencia? ¿10 millones la harían en México? ¿La plantación puede mantener el ritmo de la deforestación continua alrededor del mundo? Nadie sabía. Los científicoshan considerado por un largo tiempo hacer un censo de árboles, pero hasta ese entonces, nadie había hecho uno. Aquí entra Tom Crowther y su equipo en Yale.

“Felix formuló una  pregunta muy simple: ¿cuántos árboles hay ahí afuera?” dice Crowther. “Planta-para-el-planeta ciertamente fue una inspiración para mí.”

El estudio de dos años, publicado en Nature en el 2015, descubrió que la Tierra tiene 3 trillones de árboles – siete veces el número estimado previamente. El estudio descubrió que el número de árboles en el planeta desde los albores de la agricultura hace 12,000 años ha caído casi a la mitad – y alrededor de 10,000 millones de árboles se pierden cada año. Plantar mil millones de árboles es un buen esfuerzo, pero no dejará marca.

“Creí que estarían desalentados,” dice Crowther. En vez de eso, “dijeron, ‘Okay, ahora tenemos que hacer algo más grande.’ No dudaron. Están contactando a billonarios alrededor del mundo. Es sorprendente.”

Hacer algo a mayor escala significa que Planta para el Planeta ahora apunta a plantar un trillón de árboles. Eso es 1,000 billones. Esos árboles podrían absorber unas 10,000 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año; Finkbeiner dice que comprarán tiempo para que el mundo se ponga serio sobre la reducción de emisiones de carbono.

Mientras tanto, seguirá dando discursos a los grupos de adultos.

“Seremos las víctimas del cambio climático. Está en nuestro propio interés hacer que los niños actúen,” dice. “Al mismo tiempo, no creo que nos podamos rendir con esta generación de adultos y esperar unos 20 o 30 años para que nuestra generación llegue al poder. No tenemos ese tiempo. Todo lo que podemos hacer es empujarlo en la dirección adecuada.”

 

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