Agricultura y cambio climático: parte del problema, parte de la solución

Autor: Anabel Pascual | Pulicado: 5 de junio 2017

Un informe de Esade advierte de la “gran amenaza” que supone para la agroalimentación en España el cambio climático por el ritmo de desertización, que podría dejar a la mitad del país incultivable en menos de 25 años si no se reducen “drásticamente” las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

El sistema agroalimentario industrial es en su conjunto, según la organización ecologista WWF, el responsable del 29 % de los gases de efecto invernadero (GEI), y si la temperatura media aumenta más de 2 grados a final de siglo, algunos de los principales cultivos en el sur de Europa disminuirían su rendimiento un 20 %.

El presidente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), Pedro Barato, señala a Efeagro que los agricultores y ganaderos españoles están realizando su trabajo con “absoluto rigor” y que han sido y son capaces de adecuarse a las “normas y compromisos” que se les han exigido en temas medioambientales.

Respecto a futuros compromisos que se les puedan exigir, Barato demanda que sean “reales, que se puedan cumplir, y con discriminación positiva para el sector” que se ve afectado por el cambio climático, pero que también contribuye a mitigarlo gracias al efecto sumidero.

Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), José Manuel Delgado, señala que el sector “sufre ya, en presente, y desde hace varios años” fuertes sequías, como en la cornisa cantábrica donde afectan a los pastos y pastizales, o en cultivos como el maíz forrajero que afecta a la ganadería extensiva que tiene que complementar con piensos la alimentación del ganado.

Este año en Castilla y León, y en Aragón, la sequía agronómica genera “pérdidas importantes” en los cereales, a los que se suma la sequía hidráulica, por la disminución de las precipitaciones y de las disponibilidades de agua de pantanos que “ya están condicionando los cultivos de regadíos”.

Incide en los efectos perniciosos de unos inviernos cada vez más templados, que adelantan la floración de cultivos que sufren después por las heladas tardías (almendro, viñedo o cereal).

Las organizaciones agrarias Upa y COAG forman parte de Alianza por el Clima -con más de 400 organizaciones de España que representan al movimiento ecologista, sindical, de cooperación al desarrollo, ciencia e investigación y consumidores-, que ha elaborado propuestas para una ley de cambio climático y transición energética (Lccte), en la que el sector agroganadero es estratégico.

El texto propone, dentro de las medidas para mitigar los efectos climáticos en el sector, elaborar un Plan Nacional de Adaptación del Sector Agrario al Cambio Climático que impulse las energías renovables, la agricultura ecológica y los canales cortos de comercialización, entre otras.

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